¡Musulmán a los trece!


Equipo del sitio


Isa tenía apenas trece años de edad cuando se hizo musulmán. Antes del Islam, cuando todavía era un niño de diez años, tenía una vida normal de ir a la escuela y andar con sus amigos.


Entonces, en la secundaria, su prima de quince años abrazó el Islam, y solía visitarlos y contarle a su familia acerca del Islam. Cada miembro de la familia tenía una opinión diferente, y había muchos debates, pero él se quedaba en silencio y solo escuchaba.


Un día, cuando estaba en casa, ella llamó y le pidió que fuera a su casa, que estaba a unos quince minutos de distancia. Era la casa de su tía. Su prima le mostró el Corán y le preguntó si sabía qué era, a lo que él le contestó que no. Ella le explicó que así como los cristianos tienen la Biblia, los musulmanes tienen el Corán.

Él admitió que no sabía nada sobre el Islam ni sobre los musulmanes. El solo sabía que su madre le había enseñado el cristianismo. Su prima le habló sobre Al‑lah Todopoderoso y sobre el Profeta Muhammad, diciéndole que había sido el Mensajero de Al‑lah y que había traído el Corán de Al‑lah, el Altísimo. Ella le aclaró que Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) no lo escribió, sino que le fue revelado por Dios.


Fueron los milagros científicos en el Corán los que captaron su atención. Lo que más lo impactó fueron los hechos y las personalidades mencionados en el Corán. Era simplemente sorprendente leer los detalles mencionados en el Corán acerca de la formación del bebé en el vientre materno, las estrellas, los océanos, y cómo la ciencia moderna reconoce todos estos hechos en la actualidad. Esto lo tocó profundamente, no sabía que hubiera gente que hace tanto tiempo hubiera hablado con tanta exactitud acerca de las estrellas y demás.


Rezar cinco veces al día, seguir un código alimenticio y un código de vestimenta, no era difícil. Después de que su prima le explicó los fundamentos del Islam, comenzó a leer sobre las oraciones y la forma de vestir, y decidió que se concentraría en una cosa a la vez.


Inició su viaje hacia el Islam comenzando con lo más importante, las oraciones. Él tenía libros básicos con trascripciones del árabe y figuritas explicativas. Desde entonces ha habido mucho más material disponible para ayudar a los nuevos musulmanes.


Al principio, él no le dijo a nadie que se había hecho musulmán, debido a que sentía que no estaba listo para enfrentar los comentarios y las críticas. Incluso en ese punto, él no sabía exactamente qué significaba Islam.


Con el paso de los años, él viajó de país en país y tuvo la fortuna de estudiar en Egipto y en Yemen, donde aprendió la inmensidad y la misericordia del Islam. Pero al comienzo, pensó que era mejor guardar el secreto de su conversión por un tiempo. Él no conocía a nadie más que fuera musulmán, con excepción de su prima. Consiguió libros sobre monoteísmo de una librería islámica local, y libros sobre la oración, el ayuno, la vida del Profeta y de sus compañeros, así como de los cuatro califas bien guiados.


Después de tres o cuatro meses, asistió a una charla en la casa de Abdur-Rahim Green en el sur de Londres. Escuchó con atención y allí aprendió muchos de los fundamentos del Islam.


Crecer como musulmán, hizo que Isa lograra pasar por el colegio y la universidad sin meterse en ningún problema. Se dio cuenta que es muy fácil meterse con la gente equivocada, pero en todo lo que pensaba cuando joven era en si había hecho la ablución y estaba listo para la oración, o cuándo sería la siguiente oración. Tales preocupaciones llenaron su mente mientras todos los demás en la escuela y en su vecindario hablaban de cosas insignificantes.


Cuando cumplió los quince años, decidió contarles a los demás acerca de su conversión al Islam. Tenía un amigo que también se hizo musulmán, y los dos estaban en su propio mundillo. Pasaban el tiempo juntos y hasta asistían a la mezquita juntos. A menudo tenían problemas por dejar la escuela para asistir a la oración del viernes.


A pesar de su corta edad, Isa no creía que el Islam fuera estricto; encontró que todo tenía sentido. Entendía por qué el alcohol estaba prohibido. Tenía sentido para él que la gente no debía beber, porque podía ver todo el daño que proviene de ello.


Algunos pueden pensar que hacerse musulmán a una edad tan temprana aislaría definitivamente a la persona de los no musulmanes, pero con Isa no fue este el caso, él interactuaba y funcionaba normalmente, pero siempre había una línea que él no iba a cruzar. Él no acompañaba a sus compañeros de clases cuando querían involucrarse en algo que iba en contra de sus creencias, o en actividades incorrectas, como fiestas nocturnas o bailes en discotecas. Cuando estos compañeros no musulmanes lo invitaban a tales eventos, él daba un sinnúmero de excusas y no asistía.


Finalmente, he aquí algunas palabras del hermano Isa:

"Sugiero que los nuevos musulmanes investiguen un poco sobre las vidas de los Compañeros y vean cómo pusieron ellos en práctica el Islam. Los Compañeros recibieron el Islam de manos del Profeta. Pueden encontrar información real sobre el Islam, pero hay que investigar y no dejarse ganar por la pereza. El mejor lugar para obtener conocimiento y estar seguro de que es el conocimiento correcto, es leer el Corán y luego mirar el Hadiz, especialmente las recopilaciones de Bujari y Muslim".

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